El día que fui a ver Insurgente vi que este libro ya estaba en las librerías. Ya lo había leído en formato digital, pero ante mi reacción al verlo en físico:
mi madre me lo regaló una semana después; y me decidí a hacer la reseña.
El atractivo y enigmático profesor Gabriel Emerson, reconocido especialista en Dante, es un hombre torturado por su pasado y orgulloso del prestigio que ha conseguido, aunque también es consciente de que es un imán para el pecado y, en especial, para la lujuria.
Cuando la virtuosa señorita Mitchell se matricula en el curso de doctorado que Gabriel imparte en la Universidad de Toronto, la vida de éste cambia irrevocablemente. La relación que mantiene con su nueva alumna lo obligará a enfrentarse a sus demonios personales y lo conducirá a una fascinante exploración del sexo, el amor y la redención.
El infierno de Gabriel es una novela profunda y sugerente, llena de intriga, seducción y perdón. Con ingenio y sarcasmo, el autor cuenta la odisea de Gabriel a través de su particular infierno de tentación y amor prohibido.
OP
4.5/5
Como suele pasar, muchas editoriales intentan dar en el calvo con las sinopsis de sus libros nuevos, pero simplemente no lo logran. Eso les pasó a los de Editorial Esencia (sello del Grupo Editorial Planeta) con éste libro. Ésta sinopsis no evoca realmente lo que El infierno de Gabriel es.
Es casi, casi perfecto. Digo… Gabriel es totalmente perfecto, o bueno casi. No diré que se hace el “mártir”, porque todo por lo que pasó es muy duro, pero si pienso que es un poquito (sólo un poco) melodramático. De resto, es el hombre perfecto, ojos azules como zafiros, físico perfecto, cabello marrón oscuro que puede pasar fácilmente por negro. Inteligente, sarcástico, dedicado, protector. Todo lo que me gusta en un personaje literario, además del hecho de que comparte nombre con William Herondale… Definitivamente, los chicos que tienen por segundo nombre “Owen”, son realmente sexis. O puede que Gabriel sea el Herondale perdido…
La manera en que él solito se da cuenta de que ha lastimado a Julianne y luego va en busca de su perdón es simplemente de admirar; la manera en la que la ama, está en desacuerdo con ella en algunas cosas, pero aún así no busca cambiarla, enamora totalmente. El problema, es que está tan enamorado de ella, que más que amarla, lo que hace es idolatrarla. Y ya saben lo que dicen: todo fanatismo es malo…
Julianne es terca. Demasiado terca. ¿Por qué todas las chicas en los libros son así? No somos así realmente en la vida real ¿verdad? Me gusta que se parezca físicamente a mí, no hay muchas chicas en los libros con ojos y cabello castaño. Estoy cansada de los autores que intentan crear a la nueva Katniss Everdeen o Isabelle Lightwood y se olvidan de que hay chicas fuertes, increíbles y honorables como Bella Swan y Julianne Mitchell. No todas podemos ser “exóticamente hermosas”, sólo hermosas y pensar que, como dice la canción “Nina” de Ed Sheeran: “Podemos ser amados de la manera en la que Dios nos hizo”.
Paul… sólo diré que es un mundano encantador
Este libro, me hace pensar en la canción “I’m a mess” de Ed Sheeran (nótese que estoy enamorada de Edward Christopher Sheeran).
Sylvain Reynard. Pues, pocos autores me llegan a gustar tanto como para que yo diga: leería incluso su lista de compras de Google. Sylvain Reynard entró en ese grupo especial en mi en el que solo están: Cassandra Clare, Colleen Hoover, Rainbow Rawell, Armando José Sequera y Holly Black, en este grupo, están los autores que, más que como escritores, me han llegado a inspirar como personas a través de sus historias.
Besos de adamas
Sky
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