¡LectObsesionados -división Seleccionados-! ¡Reviví!
35 Pretendientes. 1 Princesa.
Una nueva selección ha comenzado.
La princesa Eadlyn ha crecido escuchando interminables
anécdotas sobre cómo se conocieron sus padres. Hace veinte años, America Singer
entró en la Selección y conquistó el corazón del príncipe Maxon, y vivieron
felices para siempre.
Eadlyn cree que esta historia es demasiado romántica, y no
tiene ningún interés en tratar de repetirla. Si fuera por ella, no se casaría nunca.
Pero la vida de una princesa no es enteramente suya, y Eadlyn no puede escapar
de su propia Selección, sin importar cuán fervientemente se oponga y sabiendo
que esta no será como el apasionado cuento de hadas que vivieron sus padres…
Empezará la competición, y Eadlyn descubrirá que alcanzar
la felicidad no es tan imposible como ella pensaba.
Yo era Eadlyn
Schreave. Nadie sobre la faz de la Tierra era más poderoso que yo. Si creían
que me iba a rendir sin luchar, estaban muy equivocados.
OP
4.5/5
El tercer mejor libro de la saga La
Selección. Definitivamente.
Una vez, Cassandra Clare explicó porque
no escribiría más historias sobre Jace, Clary, Simon, Izzy, Alec y Magnus como
protagonistas: “porque sería como reabrir viejas heridas”. Kiera lo ha hecho
muy bien en La Heredera, y, aunque ha
reabierto las heridas que dejó la trilogía original y sobre todo La Elegida (La Selección #3), lo cual es
un poco doloroso para los lectores, nos ha permitido ver la historia de America
y Maxon desde el punto de vista de Eadlyn: una chica que sin duda tiene el
carácter de America, con la bondad de Maxon y el sentimiento de deber real de
su abuelo y el padre de Maxon: el rey Clarkson Schreave (ni me pregunten como
se pronuncia eso. Ni siquiera sé pronunciar Illéa.)
Les seré honesta: al principio del libro
tenía muchísimas, no esperanzas, sino expectativas de Eadlyn, pero con el paso
de la historia me di cuenta de que algunas veces puede llegar a ser realmente
insoportable. Es una protagonista a la que cuesta soportar, aunque, vamos a
estar claros, se le entiende: ser la primera mujer que reinará por derecho de
nacimiento, sumado a que debes pasar por una Selección para evitar que tu
pueblo caiga en una casi inevitable guerra y a enamorarte irremediablemente de
cuatro chicos distintos, debe estresar a la pobre.
Peeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeero, el asunto aquí es, más que lo reacia
que se muestra Eadlyn a participar en La Selección, es que ella no puede
controlar su corazón o de quien se enamora. Yo, como ella, si tuviera a 35
chicos desconocidos peleando por mi mano, literalmente saldría corriendo sin
darle la más mínima oportunidad a ninguno; pero Eady quiere espantarlos a
todos. Literalmente. Al punto que despide a 12 aspirantes el segundo día. Pero
no lo logra, lo que si logra, es atrapar a 3 seleccionados: Henri, Kile, Hale y
un chico que técnicamente no es parte de la Selección: Erik. Definitivamente,
los triángulos amorosos son para gente aburrida. Lo que convierte La Heredera en un pentágono amoroso.
Amo a estos cuatro chicos más de lo que
amé a Maxon y Aspen en los primeros tres libros, y además, tengo una obsesión
por los chicos llamados Henry (aunque este es con “i” y no “y”). Aunque debo
aceptar que los más divertidos o los que más te harán sonreír son Kile y Erik.
Kile Woodwork (si el apellido se te hace
familiar, te refresco la memoria: Marlee se acostó con un guardia del que
estaba enamorada durante La Élite (#2)
lo que ocasionó su expulsión: Kile es el hijo de Marlee y ese guardia.) Kile y
Eadlyn han crecido juntos en el palacio, pero se odian mutuamente, lo que
cambia radicalmente en el momento en que el nombre de Kile se presenta como
Seleccionado de Ángeles. Con la Selección, Kile y Eady se conocen mejor,
dejando de lado ese odio infantil, comparten hermosos besos y Eady se da cuenta
del chico tan increíble que hay detrás de la fachada desaliñada de Kile.
Erik no es más que el intérprete de
Henri, quien no habla inglés, pero incluso aunque no participa en la Selección,
crea un estrecho lazo de amistad y afecto con Eadlyn, lo que, pienso yo, lo
convierte en un competidor tan capaz como los diecinueve restantes.
Henri es un chico tierno, adorable,
cariñoso, considerado, guapo, inteligente, talentoso y hace unos pasteles para
morirse… Creo que ya quedó claro quien es mi favorito en esta competencia. Y
también es uno de los favoritos de Eadlyn, quien con el tiempo se da cuenta de
que Henri, incluso aunque los separa la barrera del idioma, es un perfecto
pretendiente y alguien con quien podría ser feliz el resto de su vida.
Kiera Cass ha sabido dejar a sus lectores
en el aire con el final de este libro. ¿Recuerdan el final de La Élite? Lo amarán en comparación al
final de La Heredera. Digo, dejarnos en ascuas, con una America infartada, un
destruido Maxon y una Eadlyn dolida por su hermano, encima de que Eadlyn por
fin decide encontrar el amor con alguno de estos chicos… es un final increíble,
y que promete para el próximo libro que se llama:_______
Vete a saber. Kiera o su publicista no
han dicho: NADA! Sobre el próximo libro. Sabemos que es el quinto y último
libro de La Selección. Eso es todo. No hay fecha, no hay sinopsis, ni portada,
ni siquiera portada provisional! He encontrado en Goodreads que la publicación
podría ser en 2016 y que tal vez tengamos nombre y portada a finales de este
año.
No se arrepentirán de leer La Heredera:
un viaje lleno de amor, esperanza y un hermoso recorrido por el pasado y el
futuro de Illéa y sus personajes.
Besos de adamas
Sky Blackthorn
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